Hoy empiezo mi post haciendo un
apunte que el otro día olvidé y es que lo mejor de la nueva línea de MANGO no
es ni la tienda, ni la ropa, ni los precios. Para mí lo mejor es que una de las
grandes de España, se ha decidido a sacar una colección que, sí, sólo es hasta
la talla 52, pero estoy segura que es el principio y poco a poco irán
aumentando el tallaje y sacarán colecciones cada temporada con las tendencias
más actuales. De la misma manera, estoy segura que otras firmas también se
subirán al carro de las Tallas Grandes y es que quieran o no, las mujeres
reales no sólo usan de la talla 36 a la 46, y a TODAS nos gusta estar
PERFECTAMENTE GUAPA.
En el post anterior (aquí) os conté que me había parecido la nueva tienda y ropa de Violeta en Valencia. Hoy os contaré mi paso por los probadores y cuál fue mi elección.
Cómo ya os dije, fui a la tienda totalmente decidida a probarme toda la ropa que pudiera para sacar mis conclusiones de esta colección. Cuando entré en la tienda, el vistazo general me gustó, no era ropa de la que ves en algunos sitios en los que te acuerdas de tu madre (en el mejor de los casos) o de tu abuela pensando lo “modernas” que irían con esas camisolas anchas y sin ningún tipo de forma. No. Vi ropa de temporada, con los colores que este año son tendencia, y vestidos que no eran rectos de arriba abajo, sino que podían tener una forma definida o, al menos, cinturones para que todo el mundo se entere que tenemos cintura.
Mis primeras elecciones fueron un vestido vaquero, pantalones baggy y falda vaquera. De los pantalones cogí la talla XL porque la XXL ya había desaparecido, así que quise ver como era la XL. Después avisté un vestido rojo muy, muy bonito con las curvas muy bien marcadas, pero cuando me acerqué y lo toqué tenía un tanto por cien de elastano con lo cuál me temí lo peor. De camino a los probadores, que en Valencia están en la planta de abajo, encontré algunos tops y una camisa de seda blanca con cuello de caballero (es decir, la básica de la básicas). Entonces ya sí, la dependienta amable de la que hablé en el anterior post decidió ayudarme y me ofreció para la camisa blanca, unos pantalones chinos y una falda de algodón en negro, también básicos de los básicos. No sé en que momento decidí coger también unos vaqueros, más que nada por ver como eran los vaqueros de MANGO, y una camiseta básica blanca de algodón con tirantes anchos (anchos sí, no de los finitos que enseñas todo el tirante del sujetador; y de algodón, no de lycra, que no son tan fáciles de encontrar, sabéis de lo que hablo ¿no?)
Toda cargada y acompañada de “mi” dependienta, empecé con el “momento probador”. Lo primero que llamaba la atención, era el calor que hacía allí dentro y pensé que como en verano no pusieran el aire acondicionado un poco más alto, las rebajas iban a ser insoportables (yo ya estoy pensando en ellas como buena “fashion victim”). Decidí apostar alto y empezar por los vestidos y el primero fue el vaquero. Para empezar me entraba por la cabeza y bajaba solito, y eso para mis caderas ya es un punto a favor, y yo respiré, porque pensé: ”Me entra la talla”. El resultado es que cualquier día de estos me lo veis en un post, es decir, me gustó y al carrito. La siguiente elección fue el súper vestido rojo. Era muy bonito, de esos que te hacen sentir una mujer con curvas sexy pero….. como os he comentado llevaba un poco de elastano y a mí me marcaba lo que no me tenía que marcar. Eso sí, me cerraba aunque no estaba embutida. Otro punto.
En el post anterior (aquí) os conté que me había parecido la nueva tienda y ropa de Violeta en Valencia. Hoy os contaré mi paso por los probadores y cuál fue mi elección.
Cómo ya os dije, fui a la tienda totalmente decidida a probarme toda la ropa que pudiera para sacar mis conclusiones de esta colección. Cuando entré en la tienda, el vistazo general me gustó, no era ropa de la que ves en algunos sitios en los que te acuerdas de tu madre (en el mejor de los casos) o de tu abuela pensando lo “modernas” que irían con esas camisolas anchas y sin ningún tipo de forma. No. Vi ropa de temporada, con los colores que este año son tendencia, y vestidos que no eran rectos de arriba abajo, sino que podían tener una forma definida o, al menos, cinturones para que todo el mundo se entere que tenemos cintura.
Mis primeras elecciones fueron un vestido vaquero, pantalones baggy y falda vaquera. De los pantalones cogí la talla XL porque la XXL ya había desaparecido, así que quise ver como era la XL. Después avisté un vestido rojo muy, muy bonito con las curvas muy bien marcadas, pero cuando me acerqué y lo toqué tenía un tanto por cien de elastano con lo cuál me temí lo peor. De camino a los probadores, que en Valencia están en la planta de abajo, encontré algunos tops y una camisa de seda blanca con cuello de caballero (es decir, la básica de la básicas). Entonces ya sí, la dependienta amable de la que hablé en el anterior post decidió ayudarme y me ofreció para la camisa blanca, unos pantalones chinos y una falda de algodón en negro, también básicos de los básicos. No sé en que momento decidí coger también unos vaqueros, más que nada por ver como eran los vaqueros de MANGO, y una camiseta básica blanca de algodón con tirantes anchos (anchos sí, no de los finitos que enseñas todo el tirante del sujetador; y de algodón, no de lycra, que no son tan fáciles de encontrar, sabéis de lo que hablo ¿no?)
Toda cargada y acompañada de “mi” dependienta, empecé con el “momento probador”. Lo primero que llamaba la atención, era el calor que hacía allí dentro y pensé que como en verano no pusieran el aire acondicionado un poco más alto, las rebajas iban a ser insoportables (yo ya estoy pensando en ellas como buena “fashion victim”). Decidí apostar alto y empezar por los vestidos y el primero fue el vaquero. Para empezar me entraba por la cabeza y bajaba solito, y eso para mis caderas ya es un punto a favor, y yo respiré, porque pensé: ”Me entra la talla”. El resultado es que cualquier día de estos me lo veis en un post, es decir, me gustó y al carrito. La siguiente elección fue el súper vestido rojo. Era muy bonito, de esos que te hacen sentir una mujer con curvas sexy pero….. como os he comentado llevaba un poco de elastano y a mí me marcaba lo que no me tenía que marcar. Eso sí, me cerraba aunque no estaba embutida. Otro punto.
Lo siguiente fueron los
pantalones. Fue la alegría definitiva y es que todos me entraron. El baggy, del
que había cogido una talla menos era el único que me estaba estrecho aunque,
repito, entró. De los vaqueros lo que no me gustó es que tenían el talle muy
bajo. Me quedé con la duda de si era ese modelo o eran todos los vaqueros pero
no dudéis que seguiré investigando. El chino me quedaba bien, pero decidí que
no los necesitaba. Así que de talla están bien. Un puntito más.
Con los pantalones me probé la
camisa y los tops. De la camisa me había enamorado y estaba segura que la iba a
echar al carrito, pero cuando me la probé, los botones se me abrían y es que a
pesar de que era una XL sí la encontré más justa (normalmente yo no tengo ese
problema con las camisas). Se hubiera solucionado cogiendo una XXL pero no había.
Así que después de probarme la camiseta de media manga y los tops sin mangas,
decidí echar al carrito la camiseta de media manga. Las otras dos, las veía con
una forma un tanto rara, quizás en verano cuando vayamos “enseñando” más las
vea de una manera diferente.
Y por fin, llegó el momento de
las faldas. Para mi armario, la falda vaquera es un básico y la que tengo
actualmente, he decidido que llegó el momento de renovarla, así que cuando vi
que había una falda vaquera recta pensé que era esa. Así que dispuesta a
llevármela, cuando me miré en el espejo con ella no sabía cómo mirármela y es
que me hacía cosas rarísimas, salían puntas por todos los sitios, no sé, que no
me gustó nada. De hecho, si os fijáis en la foto, sabréis de que estoy
hablando. Parece como más corta por delante que por detrás (y no es cuestión de
tripita, insisto en la foto), se levanta el bajo, en fin, muy rara. Así que mi
gozo en un pozo. Menos mal que tenía la básica de algodón negra que esa sí me
quedaba bien y decidí echar al carrito para no quedarme con mal sabor de boca.
¿Qué os parecen mis elecciones?. Para ser el primer día no está mal ¿no?
Besitos
Muy buenas compras!! Yo aún no he visto ninguna tienda física. Y aunque empecé odiando la marca por la publicidad engañosa que se produjo que si talla grande que si no... Ahora creo q es otra opción más y espero que se curren bien los modelos para ver si algo me gusta!!
ResponderEliminarYa tengo ganas de ver fotos para ver como te queda!!
Besos
Pues sí!! Dale una oportunidad y espera a probarte la ropa, después ya eliges. Besitos
EliminarY luego dices que no compras!
ResponderEliminarTendremos que ir,parece buena eleccion